miércoles, 8 de julio de 2009

EL VALOR DE EDUCAR

HACIA UNA HUMNIDAD SIN HUMANIDADES

El capítulo desarrolla el tema de qué significa realmente ser ‘’humanista’’ o bien de cuáles son las características de un ser humano ‘humanista’, de cómo se mal entiende el concepto y cómo, por esa razón, se subestima esta concepción de hombre,…en estos tiempos que requieren rapidez, inmediatez y productividad.

Al comienzo el texto da aviso de alarma, dadas ciertas condiciones históricas que se presentan. En este caso es la aparente crisis de los programas educativos frente a una evidente tendencia a disminuir los contenidos de asignaturas ‘’humanistas ‘’ con por ejemplo, la historia, la filosofía, la literatura, etc. Dando paso a asignaturas de preeminente contenido científico/ técnico, que al parecer es explicado por la necesidad actual de ‘’producir’’ personas con competencias principalmente de aplicación. En mi opiión, mano de obra ejecutante, no razonante.

Por otra parte, se plantea que el problema ni siquiera debiera centrarse en que tan humanistas son los programas, ni que tan científicos. El punto es mas profundo aún, puesto que no falta quienes tienen mal entendido los conceptos, empobreciendo tanto lo ‘’humanista’ como lo ‘científico’. Es así como la claridad debe quedar en esto: Un ser humanista es aquel ser íntegro en conocimientos, aquel que es capaz de comprender que el universo y el mismo tienen tanta matemática, tanta física, química y poesía en su esencia que es imposible considerar el mundo completo sin tener todas las visiones, o por lo menos sus atisbos, sin necesidad de especialización, sí, por lo menos, de comprensión. Y, para concluir, el otro punto a quedar claro: un ser científico es aquel que se cuestiona cosas, busca respuestas a través de la razón, a traves de métodos logicos… y por que no decirlo, muchas veces a partir de su intuición. Un ser verdaderamente conocedor de las ciencias es aquel que es capaz de comprender la historia de la humanidad, la poesía, el lenguaje y toda aquella maravillosa creación humana de la comunicación y todo aquel misterio humano que es nuestra común condición.